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La tutorización como llave de la innovación educativa y de la coordinación docente

Desde las reflexiones que he podido realizar sobre lo poco que he podido leer por el tiempo tan escaso que hay para ello en este tipo de tra...

sábado, 10 de agosto de 2024

La tutorización como llave de la innovación educativa y de la coordinación docente

Desde las reflexiones que he podido realizar sobre lo poco que he podido leer por el tiempo tan escaso que hay para ello en este tipo de trabajos, mi conclusión personal -pues mi propuesta de TFM parte del análisis de mi práctica real y de las carencias detectadas en la realidad educativa de la misma- es que la tutorización, sobre todo en las etapas de educación secundaria y bachillerato y no en otras, consiste principalmente en un procedimiento evaluador, pero no exclusivamente académico. Desde ella se evalúan otras dimensiones o aspectos del alumno teniendo como eje central para ello la evaluación académica, por esa razón creo que debe partir del análisis de datos objetivos como metodología, como una metodología que propongo desde esa consideración de la tutorización como evaluación ampliamente entendida desde los pilares educativos que describe Delors y que se concretan en todas las funciones tutoriales (Ver TFM-Tabla 4, p.35).

Desde esa consideración de esa característica de la tutorización en esas etapas, la evaluación del tutor “debería” converger con la del docente (y también con la orientación educativa), para que ambas puedan coordinarse de forma lógica, adecuada y coherente y la Administración educativa “debería” proporcionar para ello los instrumentos adecuados. En esa evaluación que realiza el tutor deben precisarse y concretarse los aspectos que se quieren evaluar, cómo y para qué, esta propuesta es un intento de respuesta posible, entre muchos, obviamente.

De ahí que los cuestionarios sean herramientas ensambladas en una metodología que debe describir una forma posible de realización de la tutorización como procedimiento evaluador, que parte de esta consideración de la tutoría ligada a una evaluación inicial con la pretensión de obtener datos objetivos desde los que la tutoría debe evaluar una situación de partida para que esa evaluación permita el seguimiento y la coordinación total, que este momento no existe, con la evaluación docente, la normativa y los documentos programáticos del centro escolar, siendo posible desde esta perspectiva no solo vertebrar el proceso, sino que desde el mismo, estos documentos se retroalimentarán y enriquecerán con propuestas de cambio planteadas desde la función tutorial así considerada. Por ello, no solo las programaciones de aula, sino también la misma función tutorial son herramientas que hacen posible la innovación educativa o la obstaculizan y además estas se complementan de forma isométrica, pues la tutoría así considerada, permite unificar, coordinar, ensamblar y hacer propuestas de innovación y cambio en el contexto escolar concreto desde sus demandas reales.

Los cuestionarios pueden ser esos u otros, los datos obtenidos de los mismos son irrelevantes, no obstante, en un contexto de práctica real permitirán ir dando forma a los aspectos categoriales que la estructura de esa metodología requeriría desarrollar. Por ejemplo, yo quiero medir la competencia digital de mi alumnado. Para qué, pues porque en mi programación tengo planteadas tareas que requieren el uso de las TIC, por esa razón debo conocer la situación inicial desde la cual voy a partir y realizar propuestas de formación a los alumnos mediante las propias actividades que planteo o incluso a partir de otras que propongan otros profesores. Desde este análisis de partida puedo aconsejar a mis alumnos la utilidad de manejar unos programas o aplicaciones, estoy evaluando, esa evaluación está relacionada además con la propiamente académica y las estoy intentado coordinar también con las del resto del profesorado para que desde este procedimiento puedan surgir propuestas de innovación o simplemente de mejora de la situación inicial. Obviamente, si se sigue un procedimiento así y además la plataforma de gestión docente lo facilita, la estructura para hacer posible el desarrollo de la innovación educativa está construida. En la realidad educativa actual esto no es posible y lo será cada vez menos si no se toman medidas para poder solventar algunos problemas que se describen en este trabajo.

Lo que propongo en realidad como proyecto de innovación es una metodología para tutorizar capaz de producir por sí misma, orden, sistematicidad y coordinación en la realidad educativa y con ello asentar unas bases estructurales para la innovación educativa en la escuela, pero que obviamente requiere de inversión en modificación de programas de gestión docente e investigación para concretarse, pues esta consideración introduce una perspectiva de organización y gestión de datos distinta que tiene como centro la función tutorial considerada principalmente en su aspecto evaluador, por lo que ese método debería diseñarse en consonancia con la programación de aula y los aspectos curriculares y normativos y con la gestión de los datos en las plataformas docentes. Lo que realizo como práctica inividual es un intento de sistematizar y extender la tutorización a través de las TIC para atenuar la descoordinación que su ausencia produce en la etapa de bachillerato, hasta que esta propuesta, que depende de otras instituciones, sea posible.



miércoles, 24 de julio de 2024

¿Para qué sirve la tutoría?

Tanto este blog como el proyecto ligado al mismo, fruto de mi TFM en el Máster en Tecnologías de la Información y la Comunicación para la Educación y Aprendizaje Digital de la Universidad Antonio de Nebrija, surgen de la necesidad de sistematizar los recursos y los procedimientos relacionados con la práctica tutorial en el nivel de bachillerato, ante la constatación de la imposibilidad de tutorización presencial directa y, sobre todo, como respuesta vocacional a esta situación, para satisfacer con ello la atención y orientación continuas del alumnado, principalmente ante las exigencias de la evaluación criterial reguladas por la normativa educativa vigente.

Esta vocación por atender a mis alumnos, sistematizar la práctica educativa e intentar mejorarla individualmente, me ha llevado más allá de lo esperado, a realizar una propuesta de innovación que parte de los siguientes presupuestos:

1)  La consideración de la práctica tutorial y de las funciones ligadas a la misma como posible eje o criterio para la gestión y el almacenamiento de datos de los procesos educativos, así como de su representación y recuperación en las plataformas de gestión docente.

2) La necesidad de sistematización y coordinación de la práctica tutorial como eje central del proceso educativo mismo ampliamente entendido, desde una óptica humanista, en todas sus dimensiones, que paradójicamente se concretan y realizan en la misma, siendo esta el crisol, la condición de posibilidad y el perno que hace posible diseñar, programar y ejecutar las acciones indispensables para mejorarlo.

3) La necesidad imperiosa de conectar la práctica tutorial y docente con la realidad educativa concreta a través de criterios y conclusiones objetivas que deben medirse como punto de partida de la acción tutorial y con ello también sincronizarla curricularmente, tanto a nivel de programación de aula como con los principales documentos programáticos del centro escolar.

Espero que algún día estas propuestas puedan hacerse realidad, al menos, en parte. Mientras tanto, este blog puede ayudar a organizar los recursos y a resolver las dudas que puedan surgir. Porque aunque la tutoría parte de la atención individualizada, va mucho más allá de esta, es uno de los hilos conductores que vertebran el proceso educativo y la condición de posibilidad de su transformación individual y colectiva, escondiendo tras de sí una compleja red de relaciones institucionales, tecnológicas, curriculares, profesionales, sociales y humanas.